·
Las regiones XV
y V comparten la segunda tasa promedio de víctimas más alta del país, revela
estudio de la Policía de Investigaciones.
·
Brigada de
Homicidios regional instala la voz de alerta y entrega algunas herramientas
orientadas a la prevención.
Tras el cierre del primer trimestre,
Arica y Parinacota registró nueve víctimas de suicidio, cifra que supera
prematuramente la estadística de ocho casos ocurridos en todo el año pasado,
informó la Policía de Investigaciones de Chile.
Esta tendencia coincide con un estudio
del periodo 2013-2015, hecho por la PDI, que adjudicó a las regiones XV y V la
segunda tasa promedio de víctimas de suicidio más alta de Chile, con 8,8 casos
cada una, por cada cien mil habitantes.
En este ámbito, Arica y Valparaíso solo
son superadas por la Región de O’Higgins, con 9,3 víctimas, en un contexto
donde la tasa promedio nacional es de 6,9 suicidios.
Sin embargo, “el fenómeno de Arica
tiene un comportamiento irregular”, observa el jefe de la Brigada de Homicidios
regional, comisario Carlos Bartheld, quien aclaró que “el año pasado ocurrieron
menos de la mitad de los casos del 2014, cuando llegamos a tener 19 concurrencias
a sitios de suceso”.
Pese a esta fluctuación, lo sucedido a
nivel local responde a una realidad nacional que incrementa un año tras otro
las víctimas de suicidio: 952 (2013), 1.116 (2014) y 1.317 (2015).
De las nueve víctimas ariqueñas más recientes,
siete eran hombres y dos mujeres, con edades que iban de los 22 a los 89 años.
Los métodos que usaron para quitarse la vida (ahorcamiento, ingesta
medicamentosa o de tóxicos, arma cortante) no difieren de lo que ocurre a lo
largo del país.
“Tal como lo ha señalado la
Organización Mundial de la Salud, se trata de un fenómeno que va en aumento. En
Chile, las víctimas son mayoritariamente hombres, sin embargo, las mujeres
doblan el número de intentos, lo que deriva en actos fallidos que, según se piensa,
más que producir la muerte, tienen como objetivo activar sus redes de apoyo y
conseguir ayuda para superar el conflicto en que están inmersas”, manifestó el
comisario Carlos Bartheld.
MITOS DEL
SUICIDIO
Para contribuir con la prevención del
suicidio en Arica, la PDI entrega a continuación una lista con los mitos o ideas
erradas en torno al tema.
Al respecto el comisario Carlos
Bartheld aclaró que “estas recomendaciones no responden a todas las
interrogantes que plantea el fenómeno del suicidio que es mucho más complejo,
ni tampoco son una guía aplicable con absoluta efectividad para todos los
casos. Éste es más bien un aporte desde la experiencia de la policía
científica, que esperamos ayude a salvar vidas. Pero, siempre, cada caso en
particular requerirá la evaluación de un médico especialista”.
Quien
dice que se va a suicidar no lo hace: Falso. De 10 personas que se suicidan
9 lo han manifestado, dan pistas y/o advertencias sobre sus intenciones.
Quien
intenta suicidarse y no lo logra, no desea quitarse la vida: Falso. Es altamente
probable que la persona vuelva a intentarlo, con un método más letal.
Las
personas que se encaminan al suicidio están absolutamente seguras que desean
morir: Falso. La mayoría de ellas está indecisa sobre si vivir o morir.
Las
personas que intentan suicidarse lo hacen para llamar la atención: Falso. El suicida no
encuentra otra salida a sus problemas.
Las
personas que se quieren suicidar, nunca dejarán de pensar en esa posibilidad:
Falso. Las conductas suicidas duran un período.
Todo
aquel que se suicida, estuvo deprimido: Falso. Aunque la
depresión puede ser una causa, no siempre es sinónimo de suicidio.
El
suicidio es una condición hereditaria: Falso. Este fenómeno no es sólo
genético, influyen también factores ambientales.
Los
niños no se suicidan: Falso. Los niños pueden tener conductas
suicidas, desde que comprenden el concepto de muerte.
El
suicidio es más frecuente en la gente pobre: Falso. Ocurre en
todas las clases sociales.
Las
personas con conducta suicida o son cobardes o muy valientes: Falso. Estas personas
sufren, viven en la desesperanza y ven la muerte como su única salida.
La
familia siempre es contenedora: Falso. Hay integrantes del núcleo familiar
que tienen conflictos, no se comunican y tienden a sumergirse en sí mismos, adoptando
roles individuales y solitarios dentro del grupo.
Hablar
del suicidio con alguien que lo ha intentado es una inducción al acto: Falso. El hecho de
conversar y manifestar el tema en palabras, aplaca el riesgo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario